Una historia inspiradora, un agridulce amor acerca de hacer
que cada día cuente.
Bryce lo recuerda como si fuera ayer. El olor a cloro. La
grieta cegadora y el flash de dolor. La sangre en el agua.
Cuando se despierta en el hospital, toda en lo que Bryce
puede pensar es en su desastroso ensayo olímpico de clavados. Pero todo es
diferente ahora. Bryce sigue sintiéndo que tiene diecisiete años, así que ¿cómo
puede su hermanita tener diecisiete, también? La vida continuó sin ella
mientras que Bryce permaneció en coma durante cinco años. Su mejor amiga y su
novio acaban de graduarse de la universidad. Sus padres apenas hablan. Y todo
lo que alguna vez soñó con hacer - ganador de una medalla de oro, viajar por el
mundo, enamorarse - parece fuera de su alcance.
Pero Bryce ha cambiado también, en formas que parecen
imposibles. Ella sabe cosas que no debería. Las cosas que sucedieron mientras
dormía. Las cosas que no han sucedido todavía. Durante un verano luminoso, ella
llega a entender que sus sueños han cambiado para siempre, Bryce aprende a ver
la vida como realmente es: extraordinaria.
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