Kellen Handler está en lo profundo. Desde que tiene uso de
razón, él quería ser un surfista profesional. Y lo hizo, llegando al tope de
los rankings, viajando por el mundo y montando cada quiebre que jamás haya
soñado. Su buena apariencia y la reputación de vivir al límite, tanto dentro
como fuera del agua, lo han convertido en una estrella
internacional. Pero cuando su mejor amigo muere en un trágico accidente, Kellen borra los buenos tiempos, en un espiral tan mal que
todo lo que ha trabajado para él comienza a desintegrarse.
Los funcionarios del tour se apresuran a hacer control de
daños y le exigen que trabaje con una empresa de relaciones públicas
para limpiar su imagen de chico malo. No ayuda que la persona asignada a él, Gina Bellori, tiene sus propios demonios
relacionados con el mundo del surf. Contra su mejor juicio Gina acepta el trabajo y se concentra
en reparar la andrajosa reputación de Kellen, a pesar de sus protestas, y a pesar del dolor que le causa.
Cuando su
pasado colisiona con su presente y Kellen en el meollo de las
cosas, ella comienza a darse cuenta de que algunos de los secretos no pueden permanecer ocultos. Y de repente, Kellen Handler ya no está preocupado por
perder su carrera. Él está más preocupado por perder su corazón.
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